Reorganizando mi autoalojamiento y backups
Tuve un pequeño (o no tanto) contratiempo con mi súper VPN alojada en una Raspberry Pi Zero 2W con una tarjeta de muchos, muchísimos años de antigüedad que ya estaba cantando las hurras... hasta que definitivamente me dejó a gamba.
Allí estaba alojado este sitio estático (que también tiene su clon en nettlify, aprovechando el repositorio en Gitlab) y la cápsula Gemini de este sitio (bifurcado, porque cabe aclarar ya no escribo lo mismo -por lo menos así empecé a hacer, como me nacía-) y bueno, todo explotó. Fin.
¿Solución? Entra en juego nuevamente y sale a la cancha la Raspberry Pi 4 Model B. Cansado de los malditos trafos de poca monta que siempre me marcaban el inmundo "undervoltage", me había decidido y comprado uno decente por MercadoLibre. Hasta ahora, con un mágico script que me hizo ChatGPT me anda más que decente y opté entonces por comprarle un disco sólido de 120GB para dejarme de puteart con las tarjetas. Y así lo hice.
Como esto me marcaba una potencia descomunal en relación con su antecesora, me dije: bueno, vamos a migrar allí varias cosas, entre ellas mi bienamada Elibre-Radio, restaurar este sitio, la cápsula gémini y agregarle uno que tengo para tirar cositas musicales que voy haciendo y que no llegan a ningún puerto, el Museo de Bucles Olvidados.
LA VPN apunta a un Pentium 4 con un hoyo Gopher con algunas narrativas. Recomiendo leer si tienen ganas por ejemplo, desde Lagrange, que no es más que un navegador para los protocolos Gémini/Gopher que va de las mil maravillas.
Tuve un par de contratiempos eso, sí. Bastantes. Pero un técnico ligero nunca se desanima, oh no. El primero y más mierdoso fueron los certificados HTML/Gemini. Hube de diferenciar los dominios porque me estaban haciendo mucho quilombo y para: * HTML ---> mooo.com * Gémini ---> duckdns.org
Con la radio también tuve más de un bardo pero salió andando al final. Sobre todo con las rutas. Encima no tuve mejor idea que crear las páginas de mis proyectos y ofrecer la descarga de los temas, así que demoró un poco más, pero pasé una linda mañana escuchando de compañía unos discos de vinilo hermosos mientras laburaba en esto.
Y para coronar esta tamaña aventura me dije: amigo, has de hacer algo con la raspi-zero mocha. Así que le instalé un raspbian y configuré muchas automatizaciones con rsync y gitlab sin claves para que, con ayuda de crontab, cuando arrancase me empiece a backupear todo y lo esencial me lo suba a un repo. Como siempre, por si explota todo.
Por el momento mis aventuras han quedado ahí y me dejan dentro de todo tranquilo. Era algo que quería hacer y venía posponiendo por vago. Pero hoy me agarró iluminado. ¡Así que a disfrutar y relajar!